Historia

Con fecha 22 de febrero de 1891, la Santa Sede, por medio de la Congregación "Propaganda Fide", concede la autorización final para la habilitación de un Hospicio (convento pequeño) en la ciudad de Rosario.

En el año 1891 se compró un terreno fuera del radio urbano, en lo que hoy se conoce con Barrio Echesortu, por ese entonces una zona muy humilde de vecinos que Vivian del trabajo en la quintas y en los hornos de ladrillos.
Muy pronto el panorama urbano se irá transformando, sobre todo a partir de la llegada del tranvía eléctrico en el año 1907.

La escuela San Francisco Solano, segunda habilitada en el Barrio, nació prácticamente con el Hospicio y Capilla.
A pocos días de ser habilitado el Hospicio por la Orden Franciscana, los vecinos solicitaron una escuela elemental para niños, para satisfacer ese justo pedido, el Superior del mismo, Fray Patricio O'Shea, solicita a sus superiores jerárquicos la pertinente autorización para poder abrir una escuela elemental de primeras letras, pedido que, al ser de inmediato acogido y aceptado, hizo posible su inauguración en un sencillo acto celebrado el 17 de Septiembre de 1894, con la asistencia de un total de más o menos 50 alumnos. Los vecinos ayudaron económicamente y con materiales en su construcción. .

Convento  y  escuela dos aspectos de un único y firme proyecto evangelizador que los religiosos se impusieran de un principio. De ambos, hasta ese entonces, carecía esa parte de la ciudad, que se la consideraba más un pueblo que como parte integrante de aquélla; y con la creación de ese centro religioso y cultural, por los frailes franciscanos, junto con los vecinos del barrio fueron los forjadores del paisaje cultural y urbana actual..

Durante muchos años, sólo fueron maestros de la Escuela los Frailes que formaban parte del convento. Y así, bajo la dirección de Fray Patricio O' Shea; de Fray Ambrosio Pighin, a quien con toda justicia se le conoce como el "primer maestro", y que pasó en el convento la mayor parte de su larga y notoria existencia; de Fray Salvador Mamimi, y posteriormente de otros religiosos y laicos que, directa o indirectamente colaboraban con aquellos.

Al iniciar sus actividades la Escuela se componía tan sólo de un humilde salón de 6,50 x 17,50 metros, dividido en dos, por medio de una cortina de lienzo, y formado por un simple corredor de maderas y chapas de cinc, apoyado una parte sobre la pared Norte de la Capilla, y la otra sobre el tapial de ladrillos asentados en barro existente sobre calle Mendoza, y su entrada principal lo fue sobre el Bv. Avellaneda.

Y así, en esa forma precaria, la pequeña escuela desarrolló sus actividades durante los primeros años, hasta que, con fecha 29/7/1906, el Directorio Superior del Convento San Carlos de San Lorenzo, concede a Fray Agustín Otiarin el pertinente permiso para hacer construir un nuevo edificio para la misma, en su actual ubicación, en la esquina de las calles Río de Janeiro y Mendoza.

En 1959 surge el Nivel Secundario, como preocupación de los Franciscanos y como requerimiento de los habitantes del Barrio, que tornó pujante, dejando atrás su historia de hornos de ladrillos. La visión y el impulso de Fray Jose Maria Giuliani, Ministro Provincial, permitieron concretar el proyecto, poniendo como primer Rector a Fray Egidio Gaitán.